viernes, 18 de enero de 2008

Un viceconsejero de Aguirre, citado como imputado en el 'caso Guateque'

Es el 'número dos' de Transportes, Luis Armada, que estuvo al frente de la gerencia de Urbanismo de la Ayuntamiento de Madrid entre 1997 y 2003.- Se le acusa de un presunto delito de tráfico de influencias

DANIEL VERDÚ - Madrid - 18/01/2008


El actual viceconsejero madrileño de Transportes, Luis Armada, ha sido citado hoy a declarar como imputado por el juez Santiago Torres, que instruye la investigación contra una presunta trama de cobro de comisiones por la tramitación de licencias en el Ayuntamiento de Madrid. Armada estuvo, entre 1997 y 2003, al frente de la Gerencia de Urbanismo del Consistorio de la capital y, según fuentes judiciales, se le acusa de un presunto delito de tráfico de influencias. Se trata del primer cargo de designación política implicado en la trama de corrupción.

La citación judicial recoge que el Juzgado de Instrucción número 32 tomará declaración a Armada el próximo 23 de enero a las doce de la mañana en calidad de imputado en la Consejería. No detalla e ni los cargos que le imputa, ni las licencias sobre las que le va a requerir información. Pero, según fuentes judiciales, se investiga por un presunto trato de favor respecto a su propia vivienda. En concreto, posibles irregularidades en la obtención de una licencia para retejar el sótano del edificio de su propia vivienda, situada en la calle de La Bola. El magistrado ha admitido a trámite una denuncia de un particular sobre este asunto, en el que se da cuenta de que el viceconsejero "se aprovechó de su cargo al frente de Urbanismo para beneficiarse personalmente".

Luis Armada es actualmente viceconsejero de Transportes de la Comunidad de Madrid y lleva en el Gobierno regional en las dos legislaturas de Esperanza Aguirre. Sin embargo, el juez el ha citado por su etapa en el Ayuntamiento de Madrid, en concreto como gerente de Urbanismo cuando José María Álvarez del Manzano estaba al frente del Consistorio. Armada tuvo que abandonar el cargo casi al final de su mandato, en febrero de 2003, tras ser condenado por el Juzgado de lo Penal número 20 de Madrid por el incumplimiento de la orden de demolición de la iglesia de Nuestra Señora de las Fuentes. El político popular fue inhabilitado durante 16 meses para ocupar un cargo público.

Su firma, en 36.000 licencias

Cuando Alberto Ruiz-Gallardón ganó las elecciones municipales en mayo de 2003, Luis Armada fue nombrado consejero-delegado de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV), pero en noviembre de ese año, al ganar Esperanza Aguirre las elecciones de octubre en la Comunidad de Madrid, pasó a la Administración regional como consejero de Transportes e Infraestructuras, cargo en el fue reafirmado

tras las elecciones autonómicas de 2007. Desde marzo de 2007, Armada es además vicepresidente de la Autoridad Portuaria de Valencia. El propio Armada ha confirmado a este periódico que ha sido citado a declarar como imputado, una noticia que no le ha sorprendido. De hecho, "esperaba que le citaran" en cualquier momento, dada la responsabilidad que ejerció durante seis años en la Gerencia de Urbanismo". Sin embargo, ha asegurado estar "muy tranquilo" porque no cometió ninguna irregularidad, a lo que ha añadido que le dará al juez todas las explicaciones necesarias. Armada ha subrayado que su etapa al frente de Urbanismo fue "modélica". Entre 1997 y 2003, Armada otorgó 36.000 licencias.

La noticia debe sorprender al Gobierno de Aguirre, ya que hace apenas unos días, el vicepresidente primero de la Comunidad, Ignacio González, afirmaba que el Ejecutivo "no tiene ninguna preocupación" y que "no es nada que tenga que ver con la Comunidad de Madrid". Al respecto, fuentes del Gobierno regional se han limitado a recordar que, cuando se produjeron los hechos por los que Armada está siendo investigado, éste trabajaba en el Ayuntamiento. La citación, según las mismas fuentes, no tiene nada que ver con su cargo en la Comunidad de Madrid.

La semana pasada, este periódico publicó el contenido de unas grabaciones del sumario del caso Guateque, que recogía una conversación telefónica entre uno de los empresarios detenidos, Antonio Sanz Escribano, con José Almansa, copropietario de la sala de fiestas 'La Botellita', situada en el número 63 de la calle de Serrano. El dueño del establecimiento se jactaba de que Aguirre les iba a ayudar a abrir sin licencia.

El PSOE ve un "componente urbanístico"

El portavoz de Urbanismo del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Pedro Sánchez, ha señalado que la citación de Armada muestra que la operación "no es sólo una trama que se dedica a temas de licencias" sino que tiene "un componente urbanístico indudable". Sánchez ha criticado el "desgobierno" del Ejecutivo municipal.

Aznar, Rato y Cascos contra Gallardón




Pablo Sebastián
La expulsión de Gallardón de la lista del PP en Madrid no ha sido fruto de un breve debate, de última hora, ante Rajoy en el que Esperanza Aguirre lanzó su órdago: o vamos los dos en las listas, o no va ninguno. No ha sido así. La reunión del pasado martes ha sido una simple escenificación de algo que había sido preparado, desde hace un par de meses como poco, y pactado con Rajoy en los últimos diez días tras las conversaciones que el presidente del PP mantuvo, en secreto, con José María Aznar, Francisco Álvarez-Cascos y Rodrigo Rato a lo largo de la anterior semana y en las que Rajoy les pidió opinión sobre esta cuestión.

Naturalmente, Rato y Álvarez-Cascos ya se sabía que estaban del lado de Aguirre. De hecho, el ex ministro de Fomento lo dijo públicamente hace pocos días, cuando declaró que se oponía a la presencia de alcaldes del PP en las listas del Congreso, argumento que ha resultado fallido visto que, al final, otros alcaldes sí son primeros candidatos del PP. La buena relación de respeto mutuo y de amistad de Álvarez-Cascos con Aguirre es conocida en Madrid, y ha servido para que algunos observadores hayan dicho que si Esperanza Aguirre se convierte en presidenta nacional del PP, el político asturiano podría regresar a la política activa, recuperando su anterior cargo de secretario general del PP, cuando el partido funcionaba como un reloj y ganaba las elecciones generales de 1996.

Lo de Rodrigo Rato es similar pero de otra manera. Rato y Aguirre han militado en el llamado “ala liberal” —hoy ultraconservadora— del PP, y tras la salida del ex vicepresidente económico de la política, Aguirre se encargó de colocar en la Comunidad de Madrid a muchos de los ex colaboradores de Rato, incluida su ex mujer. En los últimos meses, Rato ha aparecido en un par de actos públicos/empresariales de Aguirre, y seguro que, al igual que Álvarez-Cascos, ha mantenido en los últimos años un hilo directo, y casi continuo, con la presidenta madrileña.

No sería nada de extrañar que los dos ex vicepresidentes de Aznar (que por cierto no pueden ver ni en pintura a Rajoy) hayan hablado juntos sobre la batalla de Aguirre con Gallardón y de la estrategia a seguir para ayudar a su pupila. No en vano, los dos, tiempo atrás, ya animaron a Aznar a dejar la presidencia de Castilla y León para saltar sobre el liderazgo nacional del PP. Y esa estrategia es la que usó Aguirre para provocar la liquidación de Gallardón, con el órdago de o los dos (lo que le ponía los pelos de punta a Rajoy) en el Congreso de los Diputados, o ninguno.

O sea, Rato y Álvarez-Cascos han estado, con seguridad, en la operación de Aguirre contra Gallardón, y ése habrá sido el mensaje que transmitieron a Rajoy en las reuniones secretas de la pasada semana. Pero ¿y Aznar? Pues, muy a pesar de que Ana Botella está con Gallardón en el Ayuntamiento de Madrid, todo apunta a que Aznar está también en el bando de Aguirre, al igual que ocurre con Acebes y Zaplana. Porque el presidente de FAES lo primero que parece tener claro es que Rajoy va a perder las elecciones, que es lo mismo que piensan Rato y Álvarez Cascos —y más de media España—, y en ese caso Aznar sólo tiene, al día de hoy, en el PP dos soluciones: la de regresar a la política para ponerse él mismo al frente del PP —no parece que las encuestas beneficien esa hipótesis, por el rechazo que provoca—; o darle su apoyo a Aguirre, que es quien mejor interpreta el discurso aznarista de “la derecha sin complejos”, aunque ese discurso fuera el que los llevó a la gran derrota electoral del 2004 y a los graves errores de su último mandato como presidente del Gobierno.

Porque Aznar sabe que Gallardón —al que acaban de entronizar entre todos en el pedestal del centro— está más por la derecha civilizada y centrada que por los “neocon” que adora Aznar. Y aunque el ex presidente del Gobierno y del PP aparenta una cierta imparcialidad ante la disputa madrileña, todo apunta a que Aznar se ha puesto del lado de Aguirre, escoltado por sus dos lugartenientes, Zaplana y Acebes, y probablemente le aconsejó, como Rato y Álvarez-Cascos, a Rajoy que excluyera a Gallardón de la lista de Madrid.

Y luego vino el golpe de mano del martes, tras el fichaje de Pizarro —otro que podría estar en la “pomada”, alertado y fichado por Aznar— con una burda escenificación de reunión a cuatro, cuando tres de ellos, todos menos Gallardón, sabían lo que iba a ocurrir, convencidos de que el alcalde estaba fuera del juego, lo que resultó cierto.

Porque Gallardón supo el ultimátum de Aguirre horas antes de la reunión en Génova, alertado en las primeras horas de la tarde del martes por ESTRELLA DIGITAL. Y en ese momento no daba crédito a la noticia. E incluso creyó que en la operación no estaba implicado Aznar porque seguro que pensó que, en ese caso, algo le habría dicho Ana Botella. ¿Y si Botella no sabía nada, o si lo sabía y se lo ocultó al alcalde? También es probable.

Lo cierto es que “entre todos lo mataron y él solito se murió”. Y que Rajoy, al final, se quedó encantado con la operación que le han hecho otros —a él todo esto le daba mucha pereza—, con los que creyó haberse cubierto las espaldas en el apuñalamiento del César madrileño en la mismísima calle Génova del gran Madrid. Al tiempo, piensa Rajoy —con grandes dosis de optimismo— que, sin Aguirre ni Gallardón en el Congreso de los Diputados, él podría seguir como líder de la oposición aunque pierda las elecciones o aunque no gobierne. Y por eso dijo ayer, en relación con esta crisis, que había tomado la decisión que más le conviene “a él”. Es posible que así sea, pero para perder las elecciones, la presidencia del Gobierno y también el liderazgo del PP.


lunes, 14 de enero de 2008

Tomás Gómez pide la movilización ante obispos y medios afines al PP

13-01-2008 - MDO / E.P.
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El secretario general del PSOE madrileño, Tomás Gómez, ha pedido a los militantes socialistas que se movilicen en las próximas elecciones frente a los "instrumentos" que posee la oposición, como "algunos medios de comunicación que están al servicio del PP" y "algún obispo que va a hacer campaña con ellos". Además, afirmó que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se pelea "con todo el mundo" porque quiere ser la "lideresa" del PP.

Gómez realizó estas declaraciones durante su intervención este domingo en un mitin del Partido Socialista en el Centro Cultural Lucero (Latina), en el que estuvo acompañado de la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, y del diputado regional José Cepeda.

"Aguirre sabe que Rajoy firmará su jubilación cuando pierda las elecciones de marzo, por eso se pelea con Zapatero y Gallardón, porque quiere liderar", señaló Gómez, quien añadió que si el líder del PP, Mariano Rajoy, no puede gobernar en su casa, "no será capaz de gobernar un país". El secretario de los socialistas madrileños se refirió al Gobierno de Esperanza Aguirre como "el gobierno de la mentira". "Es mentira que Zapatero no invierta en Madrid, de hecho invierte más de lo que lo hacían los Gobiernos del PP", manifestó.

En este sentido, Gómez concretó que cuando el PP dirigía el Gobierno central invertía una media de "2.345 millones de euros anuales" en Madrid, mientras que el Gobierno socialista ha invertido en la región en esta legislatura "2.500 millones de euros por año".

Asimismo, indicó que el Gobierno de la nación consideró necesario invertir en esta legislatura más dinero en la Comunidad de Madrid en materia de Sanidad, pero "Aguirre se ha gastado los 1.124 milojes de euros que recibió para este fin en Telemadrid y en hacerse autobombo".

El secretario general de los socialistas madrileños pidió a las bases una movilización del voto en las próximas elecciones generales para que "Madrid se escriba por fin con 'Z'".

Cepeda cree que la derecha está fuerte
Por su parte, el diputado regional José Cepeda intervino también para pedir la movilización de los votantes ya que "la derecha no está débil".

"El PP cuenta con la jerarquía eclesiática, algunos medios de comunicación y una actitud permanente de crispación que mantiene en tensión a su electorado", explicó Cepeda, quien advirtió que "si algún socialista deja de votar el 9 de marzo puede darse la paradoja de que el PP, con los mismo votos de 2004, pueda gobernar".

Respecto a la crítica que el sábado realizó Aguirre sobre el hecho de que Rodríguez Zapatero fuera cabeza de lista por Madrid, Cepeda respondió que lo que es una "falta de respeto" es que la presidenta de la Comunidad "no piense en la cantidad de socialistas madrileños que hay". Cepeda también quisó recalcar su amistad con Gómez. "Los socialistas trabajaremos siempre juntos por Madrid y frente a la derecha", concluyó.